Industria pisquera reporta descenso de hasta 70% en ventas en medio de pandemia: «El impacto ha sido muy duro»

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Hoy, en el día nacional del pisco, desde el sector aseguran que el actual escenario «nos obliga a reinventarnos en muchas áreas», por lo que algunos productores se han enfocado en la fabricación de desinfectantes clínicos.

Los pisqueros nacionales, al igual que prácticamente todos los sectores productivos del país, no han logrado esquivar los negativos efectos que ha traído consigo el coronavirus. Y pese a que este viernes 15 de mayo se celebra el día del pisco, para la industria no se está precisamente en un contexto de festejo.

Es que claro, no han sido meses sencillos para el sector, desde donde aseguran que además de haber sorteado el golpe del estallido social, también debieron enfrentar el aluvión de inicios del año pasado que afectó a los productores de pisco en Atacama, sumado a la megasequía que azota al país, y ahora la pandemia.

«El impacto ha sido muy duro», aseguró a Emol el gerente de Pisco Chile, Claudio Escobar, sobre todo producto del daño que ha significado para el sector el cierre de bares y restaurantes. «A eso se suman las restricciones impuestas por las barreras sanitarias y la necesidad de proteger a todos los trabajadores de la industria. Las ventas han caído, pero estamos trabajando para que todos nuestros socios puedan seguir operando y salir de esta crisis», agregó.

En términos de ventas, Escobar acotó que «tenemos realidades muy diversas al interior del gremio», pero sostuvo que se han registrado casos graves de algunos pequeños productores «que están enfrentando reducciones en ventas de hasta 70%, lo cual afecta fuertemente sus operaciones».

«Es un hecho que será un año difícil, debemos trabajar y enfocar todos los recurso y capacidades para retomar de la mejor forma la actividad a medida que se vaya normalizando la situación sanitaria», agregó.

Según Escobar, los principales problemas que han afectado a la industria pisquera en estos tiempos de covid-19 dicen relación con las dificultades que tuvieron para «poder llevar a cabo la vendimia de uvas pisqueras, proceso clave en la cadena de agroindustria pisquera», proceso que finalmente pudieron realizar con éxito.

Sumado a ello, el «cierre del canal Horeca (hoteles, restaurantes y bares) nos ha limitado tremendamente nuestros canales de comercialización», donde el comercio online ha actuado como paliativo, dijo. «El transporte también se ha visto afectado por las barreras sanitaria, alargando los tiempos de entrega. Esto nos ha planteado el desafío de adaptarnos a esta nueva realidad con estrategias adecuadas y plazos más realistas» afirmó.

Asimismo, el líder gremial indicó que el actual contexto «nos obliga a reinventarnos en muchas áreas». Y en ese sentido, señaló que han estado implementando «proyectos de fabricación de desinfectantes clínicos, lo que se convierte en un real aporte para luchar contra el avance del covid-19».

En esa línea, contó que para la producción de estos desinfectantes, como alcohol gel, «hemos conseguido un protocolo especial flexibilizado para facilitar que empresas pisqueras implementen proyectos provisorios en el marco de la emergencia. Estamos trabajando en diversas alternativas para que tanto los productores pequeños como los medianos y también los más grandes puedan aportar en la medida de sus capacidades».

Visión más general del mercado de las bebidas alcohólicas

Con una visión más general del mercado de bebidas alcohólicas del país, el presidente de la Asociación de Fabricantes y Distribuidores de Licores y Bebidas Espirituosas de Chile (Aflechi), Juan Pablo Solís de Ovando, comentó que a partir de la segunda quincena de marzo el consumo de este tipo de productos «ha caído de forma muy importante».

«Y nosotros creemos que los números de abril van a cerrar con alrededor de un 30% de disminución de consumo», dijo. Por ello, Solís de Ovando afirmó que le cuesta entender medidas como la propuesta hace algunas semanas por la diputada Ximena Ossandón (RN), en donde apuntaba a suspender la venta de alcohol en el país mientras dure el estado de excepción constitucional para disminuir la ansiedad de la población o incluso evitar episodios de violencia intrafamiliar.

«Es una forma de hacer populismo», dijo, afirmando que «si alguien quiere hablar del tema hay que respaldarlo con números, y los números aquí es que el consumo de bebidas espirituosas ha bajado fuertemente y va a seguir bajando».

También recalcó la importancia de que botillerías se mantengan abiertas. «También venden productos de primera necesidad como agua y productos de almacén, entonces hay que mantener abierto el mercado de barrio (…). Hay algunos alcaldes que están dejando que se abran y debieran todos seguir este ejemplo», comentó.

Y añadió: «No nos olvidemos que esta pandemia trae otro gran problema que no es solamente el virus, sino que el desempleo es algo con lo que vamos a tener que luchar por mucho tiempo. De hecho, aseguró que en el sector «ya han habido muchos despidos», y destacó «la ley de desempleo que permitió que mucha gente se acogiera al subsidio de cesantía, que ha servido mucho para mantener parte de los ingresos y que los propietarios sigan pagando imposiciones».

Por último, Solís de Ovando se refirió a la cuarentena total que comenzará a regir esta noche en el Gran Santiago, y expuso que «es un golpe durísimo, va a seguir cayendo el consumo porque van a estar más del 70% o 80% de las botillerías cerradas, y por eso les pedimos a los alcaldes que los negocios de barrio puedan abrir».

Fuente: Emol.cl